Gati llega a mi vida, la decisión de vivir con un gato

La decisión de vivir con un gato es un paso muy importante, tanto para nosotr@s como para él.

Yo llevaba toda mi vida queriendo vivir con un gato. De hecho en momentos puntuales lo hice, y si bien es verdad que cuidaba a todos los gatos que me encontraba por la calle y les buscaba un refugio. Llegó un momento de mi vida en el que yo sentí que necesitaba un compañero gatuno. Alguien que formase parte de mi vida y de mi día a día. Y así es como Gati llego a mi vida.

Tomando la decisión

Me acuerdo las vueltas que le dí a si iba a ser capaz de darle una buena vida. Si estaba preparada para responsabilizarme de la vida de otro ser, de su bienestar físico y sobretodo del emocional. Y es que cuando hablo de darle una buena vida yo no pensaba en si iba a ser capaz de cubrir sus necesidades físicas. Sino de a sí él iba a ser feliz conmigo.

Recuerdo una conversación que tuve sobre ello con una amiga, sobre mis dudas. Mi miedo era si él iba a estar mejor conmigo o en el pueblo donde había nacido. Si yo iba a ser capaz de darle todo lo que necesitaba.  Y la verdad es que su respuesta fue muy sencilla. Ella me dijo, Diana, como no va a estar bien contigo con todas las vueltas que le estas dando. ¿Tu crees que alguien se plantea si el gato va a ser feliz con él a la hora de adoptar un gato? y tenía razón, que de vueltas le dí.

Y es que yo sentía que le necesitaba, algo dentro de mi gritaba que necesitaba vivir con un gato. Pero otra parte de mi, mi mente, tenía que estar segura de que su vida conmigo iba a ser mejor que la que él tendría sin mi. Ainsss mis amigos los miedos

Y bueno, al final aquel gatito negro al que su madre no le hacía demasiado caso.  Y que mi abuela (sí, su madre vivía con mi abuela en el pueblo) dijo que no me llevase, que era mejor una hembra, que son más cariñosas decía, llego a mi vida. Ahora entiendo porque algo dentro de mi decía que necesitaba vivir con él. Y sí, digo con él porque pese a haber más opciones algo dentro de mí tenía claro que era el pequeñajo negro el que iba a vivir conmigo.

Vivir con él fue un regalo

Ese gato lleno mi vida de amor, me abrió a un mundo maravilloso. Fue capaz de llegar a lugares donde nadie ha llegado, a lugares que yo no sabía ni que existían. El compartir mi vida con él cambió completamente mi visión de la misma.

Mi gato, mi compañero, mi amigo, mi maestro, mi amor. Sí, él fue todas esas cosas y me mostró que la vida puede ser tan dulce o amarga como tu quieras. Que sólo confiando en esa voz interna que me dice para donde tengo que ir mi vida sería plena y feliz.

La verdad es que estoy donde estoy porque yo he llegado, pero sin él a mi lado no estaría aquí.

Gracias Gati y gracias a  mi madre y a mi hermana, por darme la oportunidad de vivir con él.

 

Artículo bajo licencia de Creative Commons 

 

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