El juego en la vida del gato es imprescindible, estimula su actividad física y mental. Enriquece su vida. Sobre todo en aquellos que no tienen acceso al exterior. Les permite liberar tensiones, hacer ejercicio, relacionarse con el entorno, ejercitar la mente. Además refuerza los vínculos que tenemos con ellos. Y a  las  personas nos proporciona un momento de relax y desconexión de nuestra rutina diaria.

El tener estímulos en el día a día ayuda a evitar la ansiedad, previene problemas de peso, posibles problemas de comportamiento, ansiedad, etc.

 

En la naturaleza ellos cazan para alimentarse. Si bien su tasa de capturas es muy baja y la mayoría de las veces no consiguen la presa así que la mayor parte del tiempo están ejercitándose como cazadores.

Esto les estimula mental y físicamente, y pese a que en nuestros hogares aunque no necesitan cazar su alimento sí que necesitan ejercitarse como los cazadores que son.

Su cuerpo, sus movimientos, su capacidad de atención, todo en ellos está preparado para cazar así que ayudémosles a expresarse y disfrutemos con ellos.

 

Mi gato no juega

Todos los gatos juegan, sea cual sea su edad siempre que el estímulo sea el adecuado. Y os preguntareis que estimulo es el adecuado, pues cada gato es un mundo, pero os daré unas pistas.

El juego debe servir para desarrollar la conducta predatoria del gato. Los juguetes deben ser lo más similares posibles a sus presas naturales, ratones, lagartijas, pájaros, etc. Y deben ser ligeros y no demasiado grandes para que los puedan transportar en la boca y lanzar.

En la naturaleza las presas varían, de forma que en nuestras casas los juguetes también deberán variar. Se cansan rápido de ellos, de forma que deberemos ir rotándolos.

Juguetes adecuados

El juego debe hacerse siempre con los juguetes adecuados, no con las manos. Jugar con las manos o con alguna parte de nuestro cuerpo puede parecer muy divertido cuando los gatos son pequeños. Si bien cuando crecen y nos atacan a las manos no lo es tanto. En el post ¿Por qué mi gato me muerde? podéis encontrar más info si eso os sucede.

Por ello es mejor evitarlo desde el principio, y para ello contamos con las maravillosas cañas, que podemos hacer o comprar. Con ellas es imposible que el gato confunda nuestras manos con un juguete, ya que la distancia a las mismas es muy grande. Y son ideales para que los niños jueguen con los gatos.

A la hora de jugar es importante saber como cazan los gatos. Ellos visualizan la presa al mínimo movimiento que esta hace. Cuando huye la persiguen y acechan hasta que la cazan. Después la agotan y aturden para evitar que les pueda hacer daño. Ellos no ven bien de cerca y no se pueden arriesgar a que la presa les arañe, muerda o pique. Por eso que durante el juego los juguetes aparezcan y desaparezcan, o ellos se puedan esconder para acechar, les encanta. Los túneles nos ayudan mucho con eso, así como las cajas o diferentes escondites que ellos se busquen.

En el mercado hay multitud de juguetes. Y nosotr@s en nuestra casa también podemos fabricar unos cuantos que harán sus delicias.

El el álbum juguetes gatunos de nuestra galería de fotos tenéis a vuestra disposición diferentes juguetes. Que harán las delicias de vuestros gatos.

El gato sin juguetes

Recordad que el gato que no dispone de juguetes es un gato sin estímulos. Un gato que no tiene medios para gestionar su estrés ni liberar tensiones.

Y probablemente un gato que se aburre y se dedica a tirar figuritas, romper cosas, atacar nuestros tobillos por el pasillo. Ellos son cazadores y necesitan poder desarrollar ese instinto en nuestros hogares. Ayudarles es sencillo, solo debemos utilizar nuestra imaginación y probar juegos y juguetes.

Si juegas mucho con tu gato pero crees que se aburre el post Creo que mi gato se aburre ¿cómo le ayudo? te puede venir bien.

 

Espero que todos estos consejos os hayan servido a ti a tu gato. Si necesitas más ayuda o tienes alguna duda puedes contactar con Cada gato en su casa. Sin compromiso.

 

Artículo bajo licencia de Creative Commons