La decisión de eutanasiar a mi gato es una decisión muy importante, una decisión que no tiene vuelta atrás. Y que puede ser una liberación para toda la familia, o un gran peso.
La eutanasia puede ser un regalo, tanto para las personas como para los animales, dependiendo del momento en el que se utilice.
Y, como no podía ser de otra forma, es justo eso, elegir el momento, lo que más nos cuesta.Y es curioso, porque en realidad no deberíamos ser nosotras quienes tomásemos esa decisión, sino ellos, los animales.
A mi sentir la eutanasia debe liberar, tanto a la persona como al animal. Llega un momento en que el cuerpo les pesa, les molesta, ya no les sirve, está desgastado, dolorido, viejo…enfermo o no, pero ya no se reconocen en ese cuerpo. Ya no les sirve. Ahí es cuando podemos empezar a plantearnos que quizá este llegando el momento. Y recalco plantearnos porque cada animal necesita su tiempo para prepararse para morir, y es importante y necesario respetarlo. Es por eso que la decisión final debe ser del animal. Y gracias a la Comunicación Animal puede ser así.
Sé que es duro acompañar a un animal enfermo, mayor, con achaques, muy duro…se vuelven muy exigentes, no quieren comer la mitad de las cosas que les ofrecemos y nuestra cocina parece un buffet libre…darles la medicación no siempre es fácil, incluso llega un momento en que no la quieren, a veces su cuerpo está tan débil que parece que de un soplido se van a romper en mil pedazos. Y una parte de nosotras dice que ha llegado el momento de descansar, de que todas descansemos, nosotras y ellos. Pero a otra parte le da tanta pena que no quiere ni oír hablar de ello. Pensamos en que la vida sin ese ser a nuestro lado va a ser tan triste que no vamos a ser capaces de superarlo, y así es, va a ser triste, muy triste cuando no esté. Pero a la par también puede ser liberador.
Cuando la eutanasia se hace escuchando lo que el animal necesita siempre es liberador, hay tristeza, y mucha. Porque ese ser que nos ha acompañado en tantos momentos, que ha sido nuestro apoyo y refugio, ya no está, ya no le vamos a poder achuchar, abrazar, no se va a acurrucar a nuestro lado…pero todo lo vivido con él, lo aprendido, todo ese amor está en nosotras, en nuestro corazón. Y entiendo que a veces parece un tópico, pero te aseguro que es así, que algo se coloca dentro de tu pecho y vibra con más intensidad cuando eres capaz de abrazar toda esa tristeza y permitir que el otro ser trascienda y continúe su camino.
Ellos saben cuando quieren ayuda para morir y cuando no. La muerte es un proceso y, como tal, necesita su tiempo, su preparación, su espacio… Sólo necesitamos respetar eso que necesitan. Y digo sólo, pero entiendo que es un proceso complejo y que puede requerir de apoyo y acompañamiento.
Si quieres hacer una sesión de Comunicación Animal para conocer que necesita y quiere tu animal aquí tienes toda la información sobre las mismas.
Si lo que necesitas es apoyo y acompañamiento en los últimos momentos de tu animal puedes contactar conmigo, para mi será un placer acompañaros en esos momentos y ayudarle a cruzar la luz.
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