El cumpleaños de mi gata Aiara, recordando cómo llegó a mi vida

mi gato cumple años El cumpleaños de mi gata Aiara, 10 años a su lado. Se dice pronto ¿verdad?. Hace unos 10 años que ella llegó a mi vida. Todo lo que ha llovido desde entonces. Echo la vista hacía atrás y me parece increíble lo que hemos vivido juntas.

Aiara es una gata maravillosa, una gran compañera. Ella siempre está ahí. Para lo bueno y para lo malo jeje!! vaya matrimonio.

Otro día os contaré cómo me ayuda y como me pone los puntos sobre las ies, porque la doña es mucha doña. Pero ahora me voy a centrar, a lo que iba, a cómo llego a mi vida y lo que supuso.

En aquel entonces yo vivía con mi gato, Gati.  Si no le conoces te recomiendo que leas esta historieta, «Gati llega a mi vida, la decisión de vivir con un gato». Y hacía poco que mi gatita Lola se había muerto. Como te cuento en «Mi querida gata se ha muerto y yo no sé ni qué hacer» esa muerte fue para mi muy dura. Algo se rompió dentro de mi. Y yo lo único que quería era volverlo a pegar, como fuese.

Así que desde que Lola se murió no paré hasta conseguir que mi pareja aceptase otro gato en casa. Pero, como siempre, todo llega cuando tiene que llegar, y no fue hasta muchos meses después que Aiara llego a mi vida.

Su historia

mi gato cumple años

Aiara había nacido en un pueblo de Cantabria y su familia humana buscaba casa para ella y sus hermanos. Cuando fuimos a conocerles el hombre nos la enseño y dijo que ella tenía las cosas muy claras. Que era todo un carácter. Y claro, Diana pensó, perfecto. Como yo…jeje…Dios las cría y ellas se juntan dice el dicho ¿no? Pues algo así fue.

Aiarita llego a casa pisando fuerte. Y digo pisando fuerte porque aunque era pequeñita, y sigue siéndolo, en aquel entonces yo creo que medía un palmo justo. Eso o Gati era tan grande que a su lado parecía una enanita.

El caso es que cuando conoció a Gati el bufido que soltó nos dejó a todos impresionados, al gato incluido. Que me miró sorprendido diciendo «¿qué me has traído?». Él era un gato muy territorial pero con los gatos de casa no tenía ningún problema. Y es que ya los encontraba todos fuera de casa. Así que hizo lo que siempre hacía cuando se agobiaba, irse a dar un paseo por la calle.

Ella siempre ha sido una gata con las cosas muy claras, sabe lo que necesita y quiere, y lo pide. Y ainsss como no se lo des…vaya broncas que te echa. Yo estaba acostumbrada a gatos tranquilos, a los que les decías algo y te hacían más o menos caso. Pero Aiara no hacía caso a nadie. Entre que era un bebé y tenía mucho carácter siempre se salía con la suya.

El monstruito

Lindo gatitoPara que os hagáis una idea os cuento lo que nos pasó con una amiga. Un find que nos fuimos una amiga mía se quedó con ella para cuidarla. Era demasiado pequeña para dejarla en casa con alguien que le viniese a cuidar, así que consideramos que llevarla donde mi amiga era perfecto.

Y además ella estaba encantada con la idea.  Así que el día anterior a irnos la llevamos a su casa con todas sus cositas. Aiara feliz de descubrir una casa nueva, mi amiga encantada y nosotros tranquilos.

Y cuando no llevaba un día en esa casa mi amiga me llamó para contarme las historietas varias. Y cual fue mi sorpresa cuando en lugar de llamarle por su nombre se refería a ella como el monstruito. Os aseguro que le salía del alma.

Y es que estaba a gusto con ella, pero era un bicho, un monstruito que hacía todo lo que quería y más. Así que el domingo al ir a recogerla mi amiga nos la dio con algo de tristeza pero también respirando tranquila después de unos intensos días a su lado.

El monstruito deja de ser monstruito

gatos y arboles

Y es que su carácter fue para mi un poco duro de llevar. Hasta que…te imaginas hasta cuando? Pues la verdad es que hasta que acepte lo que ella era.

Hasta que le acepte tal y como era. Y deje de intentar controlar lo que hacía. Entonces las dos nos relajamos y empezamos a disfrutar de nuestra convivencia. Parece mentira ¿verdad? en aquel entonces yo necesitaba que las cosas se hiciesen a mi forma y llegó a mi vida un mostruito de apenas 2 meses de vida que lo desbarató todo.

La verdad es que aprendí mucho a su lado, y lo sigo haciendo cada día. Me enseñó que cuando algo no sale como yo esperaba igual es que no tenía que salir así. En aquel entonces me costó verlo y aceptarlo, bueno, y hoy en día a veces también me cuesta. Pero, si Aiara dice que es así os aseguro que lo es.

Es una crack, mi amiga y compañera. Mi amor. Quién me iba a decir que vivir con un monstruito me iba a cambiar la vida…jeje!!

 

Artículo bajo licencia de Creative Commons

 

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Un comentario:

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